Demencia y Enfermedad Cardiaca

 

Demencia asociada al SIDA

 

La demencia asociada a SIDA es una alteración neurológica y un síndrome que tiene una característica que la hace diferente a otras enfermedades relacionadas con el VIH.

La demencia asociada a SIDA es una alteración neurológica y un síndrome que tiene una característica que la hace diferente a otras enfermedades relacionadas con el VIH: está causada por el propio virus y no por otros patógenos (hongos, bacterias, otros virus), como ocurre con otras enfermedades oportunistas. La demencia es una enfermedad definitoria de SIDA.

 

¿Qué es?

La demencia asociada a SIDA está causada por el deterioro que el VIH provoca sobre las células nerviosas (neuronas) del sistema nervioso central (SNC). Esta enfermedad provoca alteraciones cognitivas (intelectuales), motoras (del movimiento) y conductuales (comportamentales) que tienen como consecuencia una interferencia grave en la vida de la persona.

Es más probable desarrollar demencia cuando los recuentos de CD4 se encuentran por debajo de 200 células aunque en algunos casos la demencia puede aparecer en personas con recuentos más elevados.

 

¿Cuál es la causa?

Se sabe que la demencia asociada a SIDA es consecuencia directa del daño que el VIH causa en el cerebro. Se conocen las áreas cerebrales específicamente afectadas por el virus, las que reúne el patrón denominado frontosubcortical. Sin embargo, no se conocen los mecanismos a través de los que el virus daña las neuronas afectando el funcionamiento del SNC.

 

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas tempranos de la demencia son:

  • Pérdida de memoria

  • Dificultades para aprender cosas nuevas

  • Alteraciones de la conducta

  • Confusión

  • Depresión

Cuando la demencia progresa, puede causar los siguientes síntomas:

  • Alteraciones del habla

  • Problemas en la visión

  • Incontinencia urinaria

  • Manía (euforia y agitación desproporcionadas) o psicosis (pérdida de contacto con la realidad)

Es importante tener en cuenta que muchos de estos síntomas pueden estar relacionados con otras enfermedades, y por ello es necesario establecer un buen diagnóstico en el que se descarten otras causas. Algunos de los síntomas de la demencia, por ejemplo, podrían confundirse con un cuadro depresivo. También enfermedades como la toxoplasmosis, el linfoma y la leucoencefalopatía multifocal progresiva presentan síntomas similares a los de la demencia asociada a SIDA.

 

¿Cómo se diagnostica?

Las pruebas más comunes para diagnosticar la demencia asociada a SIDA son:

  1. Pruebas neuropsicológicas: los tests son la principal forma de diagnosticar este síndrome. Estas pruebas evalúan el rendimiento intelectual (memoria, resolución de problemas, comprensión, etc.) y también posibles alteraciones el estado de ánimo.

  2. Técnicas de neuroimagen: técnicas como la resonancia magnética (RMN) o la tomografía computarizada (TC), entre otras, se usan habitualmente para descartar otras anomalías en el SNC.

  3. Punción lumbar: se extrae una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR) y se examina para detectar y evaluar la presencia del VIH o de otros virus que pudieran ser los causantes de los síntomas.

   

¿Cómo se trata?

Debido a que la demencia está causada por el efecto del VIH en el cerebro, es muy importante conseguir la máxima inhibición del virus en el LCR. Los antirretrovirales tienen un efecto beneficioso y protector sobre el SNC. No obstante, este beneficio puede resultar insuficiente, ya que estos fármacos tienen dificultad para penetrar la barrera hematoencefálica y por tanto preservar mejor al cerebro del daño provocado por el VIH.

Aunque no existen estudios comparativos al respecto, sabemos que algunos antirretrovirales penetran mejor la barrera hematoencefálica. Estos antirretrovirales neuroactivos suelen emplearse en caso de alteraciones neurológicas.

Antirretrovirales neuroactivos:

Inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN):

  • Retrovir ®

  • Zerit®

  • Epivir®

  • Ziagen®

Inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido (ITINN):

  • Viramune®    

  • Sustiva®

Por su acción inhibitoria del VIH, los antirretrovirales pueden prevenir el desarrollo de la demencia, detener o incluso hacer que reviertan algunos de los síntomas. No obstante, no son efectivos para tratar la enfermedad una vez esta se ha manifestado.

Actualmente siguen faltando tratamientos específicos y eficaces para tratar la demencia asociada a SIDA.

Para el tratamiento coadyuvante de la demencia asociada a SIDA con frecuencia se emplean fármacos psicoactivos con capacidad para contener o disminuir algunos de los síntomas: antipsicóticos, antidepresivos, ansiolíticos, psicoestimulantes, antimaníacos y anticonvulsivos. También pueden usarse otros medicamentos para calmar la apatía, aumentar la energía y el apetito y mejorar la concentración.

 

 

 

Enfermedad Cardiaca

 

Cuando la lipodistrofia y los cambios metabólicos relacionados con la terapia combinada ganaron un reconocimiento más amplio, se produjo una preocupación inicial de que estos síntomas, especialmente el aumento de colesterol y triglicéridos pudieran llevar a un riesgo mayor de ataque cardiaco o apoplejía.

Esto es así debido a que los niveles altos de lípidos en sangre pueden provocar un bloqueo de los vasos sanguíneos (ateroesclerosis) y constituyen un factor de riesgo de enfermedad cardiaca bien definido.

Esta preocupación surgió a partir de una serie de informes de casos de ataques de corazón en hombres con VIH que eran demasiado jóvenes como para ser considerados parte de un grupo tradicional de alto riesgo.

No obstante, diversos grandes estudios han arrojado resultados que han mitigado alguno de estos miedos iniciales.

  • Los beneficios que ofrece la terapia combinada sobrepasan en mucho el posible ligero aumento de enfermedad cardiaca en la mayoría de los pacientes con VIH

  • El estudio más grande realizado hasta la fecha (D:A:D) ha demostrado que puede existir un pequeño aumento adicional del riesgo de enfermedad cardiaca por cada año de tratamiento

  • Las personas con alto riesgo de enfermedad cardiaca pueden tener que tomarse este riesgo adicional más seriamente

  • En las personas con VIH, los factores de riesgo de enfermedad cardiaca son los mismos que para las personas sin VIH

  • Es muy recomendable realizar cambios del modo de vida que minimicen los factores de riesgo como parte de un plan de salud a largo plazo para pacientes con VIH

Existe mucha información e investigación acerca de los factores de riesgo de enfermedad cardiaca en personas sin VIH. A menudo han provenido de estudios muy grandes (Framingham, Caerphilly, etc.) que realizaron el seguimiento de un gran grupo de personas durante varias décadas. Estos estudios condujeron al desarrollo de calculadoras de riesgo a las que se puede acceder por internet.

Si pones en ella tu edad, género, niveles de colesterol ytriglicéridos y otros factores de riesgo como el fumar obtienes el riesgo de enfermedad cardiaca a 5 años o a 10 años.

Las personas con altos factores de riesgo de enfermedad cardiaca que necesitan tratamiento anti-VIH, pueden emplear los nuevos fármacos anti-VIH que tienen menos probabilidades de aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, y recibir apoyo por si quieren realizar cambios en su estilo de vida. Se espera que los fármacos anti-VIH más beneficiosos para los lípidos no tengan el mismo impacto sobre el riesgo cardiovascular que la terapia combinada del estudio D:A:D.

 

Factores de riesgo de enfermedad cardiaca

Los siguientes factores aumentan el riesgo de enfermedad cardiaca: algunos de los cuales son fijos y otros pueden modificarse según el modo de vida.

Factores de riesgo fijos:

  • Mayor edad (hombres de más de 45 años, mujeres de más de 55)

  • Género (para la misma edad, los hombres tienen un riesgo superior)

  • Historial familiar de enfermedad cardiaca

Factores de riesgo modificables:

  • Fumar

  • Niveles altos de grasas en sangre (es decir niveles altos de colesterol y/o triglicéridos)

  • Falta de ejercicio

  • Alta presión sanguínea, especialmente diastólica

  • Niveles altos de azúcar en sangre, resistencia a insulina y diabetes

Síntomas de ataque cardiaco o apoplejía

Entre los síntomas de enfermedad cardiovascular encontramos:

  • Dificultad para respirar

  • Fatiga

  • Sentirse mareado o aturdido

  • Desmayo

  • Dolores en el pecho (que pueden extenderse a los hombros, espalda, brazos, cabeza y mandíbula)

  • Dolores en el pecho tras realizar ejercicio o esfuerzos

Entre los síntomas adicionales para una apoplejía estarían:

  • Insensibilidad repentina

  • Parálisis de la cara o de las extremidades, especialmente si afectan sólo a un lado del cuerpo

  • Dificultad para hablar

  • Pérdida de equilibrio o coordinación

  • Dolor de cabeza grave

  • Pérdida breve de la conciencia

Si sufres estos síntomas, deberías buscar inmediatamente atención médica.

Un tratamiento rápido tras una apoplejía (en 2-3 horas) puede reducir el daño cerebral permanente.

 

Estudio D:A:D

El estudio D:A:D es el estudio más grande en examinar el riesgo de enfermedad cardiaca relacionada con el tratamiento del VIH.

El estudio reunió información de más de 20.000 pacientes de Europa, EE UU e Israel.

Esta diversidad de pacientes constituye uno de los puntos fuertes del estudio, que descubrió que la duración del tratamiento del VIH estaba relacionada con un pequeño, pero significativo aumento del riesgo de enfermedad cardiaca. Este hecho se descubrió en diferentes países y tanto en hombres como mujeres.

 

Tasas de riesgo relativo y riesgo real

El estudio D:A:D mostró que la tasa relativa de enfermedad cardiaca aumentaba en torno al 16% por cada año de tratamiento del VIH.

El que esto suponga una diferencia real o no respecto a tu riesgo individual depende de si de partida ya tienes un riesgo alto o bajo.

Si tienes niveles altos de colesterol, por ejemplo, pero no otros factores de riesgo, es menos apremiante la necesidad de rebajar estos niveles. Sin embargo, para un varón fumador de 50 años que tiene el colesterol alto y recibe medicación para el VIH, sería más urgente el cambiar uno o más de estos factores.

 

Cómo modificar factores de riesgo

El cambiar los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca puede tener un impacto directo sobre el riesgo futuro. Lo que permitirá que el uso de los fármacos anti-VIH sea más seguro.

Dejar de fumar es probablemente el cambio más importante en términos de salud general y riesgo de enfermedad cardiaca.

Las investigaciones más recientes sugieren que se prueben varios productos en la primera o dos primeras semanas para hacer frente a la abstinencia de la nicotina (como parches, chicles, inhaladores y aerosoles) de modo que encuentres el que mejor te vaya a ti.

Tu médico/a del VIH puede referirte a servicios especializados para ayudarte a dejar de fumar.

Los cambios en las dieta pueden jugar un papel importante en  la reducción  del riesgo de enfermedad cardiaca. Para obtener información sobre cómo reducir el colesterol y los triglicéridos, puedes consultar la sección sobre lipodistrofia. lipodistrofia en la misma sección síntomas>

El reducir las comidas grasientas puede reducir el nivel de lípidos en cierta medida. Reducir el consumo de sal reduce la presión sanguínea. Consumir menos azúcares refinados reduce el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y diabetes.

El ejercicio es el otro principal factor modificable. Puede incluir ejercicio directo o deporte o simplemente ser más activo en el día a día, caminando más, usando más las escaleras, etc.

Cualquier cambio del nivel de actividad probablemente haya que realizarlo de forma gradual. Las personas que inician un programa de ejercicio informan de beneficios en su calidad de vida. Esto puede incluir un mayor bienestar y nivel de energía.

 

Conceptos relacionados

Arterias son los vasos sanguíneos que llevan la sangre del corazón al resto del cuerpo

Venas son los vasos sanguíneos que llevan la sangre de vuelta al corazón

Arritmia es el término médico para una alteración del ritmo natural del corazón. Se produce una taquicardiacuando el corazón late demasiado deprisa. Braquicardiaes cuando el corazón late demasiado lentamente.

Ateroesclerosis se refiere a un estrechamiento o endurecimiento de las arterias de tamaño grande y medio. El estrechamiento está ocasionado por la formación de un placa y por lo general lleva varios años. A medida que las paredes de la arteria se hacen más gruesas, el corazón ha de trabajar más fuerte para bombear la misma cantidad de sangre a través de un conducto más estrecho.

Cardiovascular se refiere al corazón y los vasos sanguíneos

Enfermedad cardiovascular (ECV) es el término general empleado para denominar la enfermedad del corazón y los vasos sanguíneos relacionados.

Cerebrovascular se refiere a los vasos sanguíneos que llevan sangre al cerebro. Un bloqueo que produzca un menor aporte de sangre al cerebro se denomina apoplejía. Las apoplejías pueden producirse cuando los vasos sanguíneos del cerebro se bloquean o cuando un coágulo formado en otra parte del cuerpo es llevado al cerebro.

Enfermedad cardio-coronaria se refiere a las tres principales arterias que rodean el corazón. Un by-pass coronario es una operación quirúrgica que proporciona una nueva ruta a la sangre para poder llegar al corazón cuando las arterias coronarias se bloquean.

Hipertensión es el nombre médico que recibe la presión sanguínea alta. La presión sanguínea se mide mediante dos números (por ejemplo 120/80). El primer número es la presión sistólica (la presión cuando el corazón late) y el segundo número es la presión diastólica, que es la presión cuando tu corazón descansa entre latidos. La hipertensión aumenta el riesgo de un ataque al corazón, especialmente cuando la presión diastólica es alta.

Hipotensión es el nombre médico que recibe la presión sanguínea baja.

Hipertensión pulmonar se refiere a la alta presión sanguínea de las arterias que llevan sangre del corazón a los pulmones. Las personas con VIH tienen un riesgo mayor de desarrollar hipertensión pulmonar que las personas sin VIH.

Infarto de miocardio es el término médico para un ataque al corazón.

Enfermedad arterial periférica se refiere a la ateroesclerosis en las arterias de brazos o piernas.

 

 

Elaborado por el equipo de GtT